Cuckolding 12: Manejo de la Ansiedad

 

NO SE PUEDE ELIMINAR LA ANSIEDAD CORNUDA: HAY QUE APRENDER A MANEJARLA.
Sabes que su jefe te envió esa foto de ella como recompensa por "... prestarle a tu esposa" en ese viaje de negocios, pero no se da cuenta de que ver esto también será un martirio para ti. Ella se ve impresionante y te das cuenta de que muy pronto él estará dentro de ella. Peor, o quizás mejor, dependiendo de en qué parte del ciclo de ansiedad se encuentre, es saber que este es solo el primer día de un viaje de 5 días. No es su primer viaje en avión, pero si su primer amante. Esto significa que a estas alturas, él habrá sido el último con quien tenga sexo, y también será el próximo.

Ya sabes que el avión corporativo no tiene asientos en el sofá, así que la imaginas de pie, con sus largas piernas bien separadas mientras agarra el asiento frente a ella. Él se parará detrás de ella y la penetrará aún en pie. Esa imagen hace que sea difícil aguantar, ¿no? Incluso dejarse llevar y dejar que tu pene se contraiga por sí solo puede no salvarte. Necesitas eyacular, pero lo temes. Tan pronto como salga el último chorro, verás esta imagen y sentirás que se te encoge el estómago y el pene se encoge a medida que la ansiedad de tu cornudo comienza a disminuir.

Has estado luchando contra esto, como hace todo cornudo, desde que tu esposa te dijo por primera vez que le estaban coqueteando, y la alentaste a ello. Al conocerlo, sabías que ella se sentía atraída por él: viste la química entre ellos, pero alentaste las faldas más cortas y las blusas ajustadas para mostrar mejor sus senos.

Solo han pasado unos meses desde que la llamó fanfarronada mientras ella estaba en su oficina y 'robó' un beso que se convirtió en algo más. Tenía su propio gusto de ansiedad cuando llegó a casa esa noche, sabiendo que preguntarías sobre su día, sabiendo que tendría que decirte que se habían besado. Incluso antes de que ella llegara al punto en que besarse provocara que se abrieran los botones y las manos se metieran en la ropa, estabas dentro de ella.

"Le chupé el pene ..." susurró. Querías preguntar al respecto, preguntar por su pene, pero eso tendría que esperar hasta que tu orgasmo disminuya.

Ahora estás conmocionado, humillado y aún excitado. Incluso después de tu orgasmo, el conocimiento de que ella se lo chupó te ha mantenido erecto. Y lo que es peor, ella era muy consciente de cómo este conocimiento te había afectado, pero aún así te invadió la curiosidad y pronto tuvieron sexo, y las preguntas continuaron. Había pasado mucho tiempo desde que lograste dos eyaculaciones en una noche.

Sí, siempre ha disfrutado la sensación de que un hombre se pone erecto en su boca, pero saliste con ella durante meses antes de experimentar eso, ¿no? Podría ser su posición de autoridad lo que la obliga a servirlo oralmente, podría ser el tamaño y la forma superiores de su órgano, o podrían ser ambos. En este momento, mientras estás erecto, ese conocimiento es terriblemente emocionante, pero una vez que te rindes y lo dejas salir, este conocimiento te debilitará. No temas: así como no puedes ser el amante para ella que él es, él no puede ser el marido y el cornudo para ella que tú eres.

Después de probar por primera vez su pene, él le pidió que se reuniera con él para la cena a la noche siguiente, el sábado, y le explicó que si ella no aparecía, entonces él simplemente supondría que era una cosa única y que simplemente podían dejarlo. Si ella aparecía, entonces se suponía que quería una relación sexual con él y él la perseguiría como tal. Muchas conversaciones y (cortas) sesiones sexuales después, se acordó que ella iría con él.

El sábado pasó borroso, y de repente parece que ella se había ido, dejando solo el leve aroma de su perfume en el aire. Fue tu turno de llorar.

No más coqueteos; él realmente sabría que ella es exquisita, por dentro y por fuera.

Pero a pesar de tus lágrimas y el nudo en tu estómago, también estabas erecto. Muy erecto de hecho, había estado erecto gran parte de la tarde y especialmente mientras ella se preparaba para su cita. No te dejaba follarla el sábado, pero con frecuencia colocaba su mano allí, donde tu pene traicionaba tu deseo de compartirla con él. Si no fuera por eso, habría cancelado todo, pero tu pene fue muy sincero y tranquilizador para ella. Ella no podía negar su atracción por él, pero no lo haría en contra de sus deseos.

Tu primer orgasmo cornudo llegó solo unos minutos después, ya que los imaginaste besándose durante la cena. Así no fue como sucedió, pero así es como funciona la mente cornuda. A medida que tu semen se agotó, también lo hicieron tus espíritus, la comprensión de tu situación se estrelló en su conciencia.

Ahora, solo un mes después de que ella se convirtiera en su amante, miras la foto que envió con la intención de compartir el momento contigo y tu mente se llena de innumerables imágenes eróticas de ellos juntos. Entonces, ¿qué harás, cornudo, ceder ante la experiencia erótica de que tu esposa sea su amante y sufrir la ansiedad que surge una vez que eyaculas, o continúas excitado por ella, por ellos, y mantienes esa ansiedad por un día más?

Traducido de la página: https://cuckoldmarriage.info/anxiety-management/